Incluyendo el sistema de páncreas artificial en desarrollo por nuestro consorcio, se han reportado estudios clínicos de un total de 20 sistemas en el mundo. Aunque todos ellos comparten el fin común de permitir a los pacientes con diabetes tipo 1 regular sus niveles de glucosa en sangre de una forma más automática a como se hace en la actualidad, cada uno de los sistemas de páncreas artificial en desarrollo tiene sus características particulares. Con este artículo queremos introducir qué tienen entre manos los grupos de investigación más potentes del mundo sobre páncreas artificial y daros a conocer aquellos sistemas que previsiblemente pronto alcanzarán el mercado así como las innovaciones que se prevén en las futuras generaciones de páncreas artificial. Pero antes, vamos a resumir las características que permiten diferenciarlos para que os resulte más sencillo poder identificar sus peculiaridades.
El nivel de automatización, el tipo de algoritmo de control, las hormonas empleadas y el alcance de los estudios clínicos implementados nos permiten diferenciar los diferentes sistemas de páncreas artificial en desarrollo.
Una primera característica está relacionada con el nivel de automatización alcanzado o que tiene previsto alcanzar el desarrollo, ya que el denominado páncreas artificial híbrido está pensado para controlar sólo los niveles basales y que el paciente intervenga haciendo lo que se llama un “anunciamiento de comidas”, bien informando al páncreas artificial sobre la hora de la comida y la cantidad de carbohidratos a ingerir o bien inyectando bolos manuales en las horas de las comidas. Evidentemente, el páncreas artificial totalmente automatizado es el más interesante ya que en él que no es necesaria ninguna intervención del paciente.
La segunda característica que permite comparar los sistemas de páncreas artificial en desarrollo es el tipo de algoritmo que el controlador incluye. Un ejemplo es el denominado algoritmo PID, pero hay otros algoritmos como el predictivo MPC o el borroso FLC (fuzzy, en inglés).
La tercera cuestión que permite comparar los prototipos en desarrollo son las hormonas empleadas: un sistema de páncreas artificial que usa sólo insulina se llama unihormonal, mientras que el bihormonal usa insulina y glucagón para el control de la glucosa.
Para terminar, la naturaleza y alcance de los estudios clínicos implementados para la validación del sistema es otro factor determinante del grado de desarrollo del sistema. Las fases comunes para la validación de un sistema son: pruebas controladas en el hospital, pruebas fuera del hospital en un entorno controlado como puede ser un hotel o un campamento, pruebas ambulatorias con el paciente haciendo vida normal con o sin supervisión por el equipo responsable del desarrollo.
A continuación presentamos un listado de los sistemas con estudios clínicos reportados. En él encontramos empresas y, mayoritariamente, centros de investigación, siendo común la licencia de tecnología a empresas que serán las encargadas de llevar al mercado al sistema. Es el ejemplo de Tandem, que ha licenciado tecnología de TypeZero Technologies (spin-off de la Universidad de Virginia) e Insulet, que colabora con la Universidad de Harvard. En estos casos se cita al grupo que ha originado la tecnología. Adicionalmente, comunidades de pacientes están haciendo sus propios desarrollos Do-It-Yourself (DIY), como OpenAPS, AndroidAPS y Loop, aunque dichos sistemas no son validados científicamente y no serán incluidos.
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Referencias bibliográficas:
Trevitt, S., Simpson, S., & Wood, A. (2016). Artificial Pancreas Device Systems for the Closed-Loop Control of Type 1 Diabetes: What Systems Are in Development? Journal of Diabetes Science and Technology, 10(3):714-23.
Ilustración: Daniel Costa, Instituto ai2, Universitat Politècnica de València